La oikonomía trata cómo gestionar eficazmente el oikos, el patrimonio familiar. El ideal parece ser siempre, ya desde Hesíodo en el siglo VIII a. C., la autosuficiencia: producir todo aquello que se necesita o acercarse lo más posible a ese objetivo. En consecuencia, se acude al mercado solo para obtener aquello que no puede producir uno mismo, no para comercializar lo sobrante o enriquicerse.
El ideal del oikos solo era realizable cuando la familia tenía a su disposición no solo una cantidad importante de tierras, animales, talleres y trabajadores, sino que era imprescindible tener diferentes tipos de tierras y otros recursos para satisfacer una variedad de neccesidades. En consecuencia, la gestión del patrimonio familiar tal y como lo proponían los modelos e ideales "económicos" era posible únicamente para los aristócratas, las grandes familias nobles con un gran patrimonio que en realidad explotaban sus tierras mediante trabajadores que no eran ellos.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada