Trimalción es un personaje de la novela romana El Satiricón, atribuida a Petronio y que se suele datar en el siglo I d. C. Se trata de un liberto (es decir un esclavo liberado), que se ha hecho rico y que, en un lujoso y copioso banquete, alardea de sus riquezas. Siguiendo la lógica de ennoblecerse de cierto modo, Trimalción invierte sus ganancias comerciales en tierras y afirma que posee una gran cantidad que le provee de todo lo que necesita. Ha convertido ganancias cuestionables y un modo de vida más arriesgado en una riqueza segura, estable y que le permite vivir con autosuficiencia, como lo haría un aristócrata.
dimarts, 24 de febrer del 2015
Trimalción
La gestión de la economía doméstica está ligada no solo al afán de autosuficiencia o a la necesidad de optimizar los recursos disponibles, sino a unos valores y usos sociales que se consideran asociados. Solo un mediano o gran propietario podía aspirar a generar suficientes recursos como para tener trabajadores (libres o asalariados) a su cargo, producir para el consumo propio y disponer de tiempo libre para servir (y prepararse para estar listo para actuar eficientemente) como militar y político (hay que considerar también aquí la necesidad de educación, especialmente en el arte de la oratoria). La propiedad agrícola era un valor económicamente estable y garantizaba cierta seguridad, especialmente si se comparaba con la imprevisibilidad del comercio, el préstamo o la navegación. Inversamente, el noble o aristócrata (o el senador en Roma) debía dedicarse al ocio y al servicio, de manera que debía explotar indirectamente sus tierras y no dedicarse a tareas impropias como el artesanado, el comercio y la navegación.
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